Tres consejos para justificar su traducción ante un revisor

3 consejos para justificar su traducción ante un revisor

Todo lingüista se ve, en algún momento, en la necesidad de justificar sus elecciones ante revisores que han criticado su trabajo. Más allá de cuán apropiado, feliz o amable sea el comentario de estos revisores, no debemos perder de vista que nuestro único objetivo al responderles debe ser convencerlos de que nosotros teníamos la razón después de todo. Si bien es cierto que una respuesta bien fundamentada no es garantía de que quien nos ha criticado cambie de parecer, es más difícil hacer oídos sordos a reclamos válidos y respetuosos que a aquellos que carecen de estas cualidades.

Ahora bien, muchos de ustedes estarán pensando: “Genial, pero redactar respuestas cabales y detalladas lleva mucho tiempo, tiempo del que no dispongo”. Es un planteo perfectamente lógico y comprensible. Teniendo en cuenta esta dificultad, en esta nota breve, nuestra intención es sugerirles algunos elementos que, posiblemente, puedan utilizar en sus contestaciones. La idea es que desarrollen una forma natural de respuesta, casi automática, que les permita persuadir a sus interlocutores más fácilmente.

A continuación, presentamos tres recursos que pueden resultar de ayuda:

 

Fuentes de autoridad

 

Las más obvias son la RAE y la Fundéu, pero también pueden recurrir a diccionarios, ya sea generales y monolingües, como el Merriam-Webster, el Collins o el Oxford, o específicos y bilingües (preferentemente renombrados), como el de Guillermo Cabanellas de las Cuevas y Eleanor Hoague en el caso de la traducción legal o el de Fernando Navarro en el de la médica.

Se recomienda incluir el hipervínculo correspondiente, copiar el fragmento relevante, o ambos. Por ejemplo: “Según Fernando Navarro, el término healthcare provider no debe traducirse como proporcionador de atención de salud».

Recuerden que también es esencial asegurarnos de que, si confiamos en las academias como fuente lingüística, conozcamos sus últimas recomendaciones. Para citar un caso burdo, si nos guiamos por versiones del Diccionario de la Real Academia Española anteriores a la Ortografía de la lengua española de 2010, encontraremos que “solo” se escribía con tilde. Pero esto, hoy por hoy, es un error.

 

Tono cortés

 

Particularmente en inglés, es esencial utilizar fórmulas como “please”, “I/We would appreaciate”, “thank you”, “kindly note that”, etc. Otro detalle importante es hacer uso del modo condicional a fin de suavizar ciertas oraciones y de la pasiva con “se” para despersonalizar el comentario, de forma tal de no atacar directamente al interlocutor: “Aquí parecería que no se ha tenido en cuenta el contexto/el glosario/las instrucciones del cliente en la corrección, ya que…”.

Las oraciones en pasivo tienen el mismo efecto en inglés: “Although it was pointed out that prepositional use here was incorrect, please note that it this in fact the preferred choice for a high register, according to RAE: ‘[quote]’”. Son una buena forma de decir todo lo que tenemos que decir sin ofender directamente a nadie.

 

Reconocimiento de fallas

 

Si bien no es, en sí, un recurso de fundamentación, cuando aceptamos con gracia que nos hemos equivocado y le agradecemos al revisor por habérnoslo señalado, demostramos buena voluntad para recibir críticas y damos a entender que estamos interesados en mejorar. Por ejemplo, mediante expresiones como esta: “I agree. Thanks (a lot) for pointing this out!/Thank you (so much) for pointing this out”.

A su vez, esto ayuda a que nuestro interlocutor mire con mejores ojos aquellos comentarios en los que refutamos sus observaciones, pues hemos demostrado honestidad intelectual. Nos da pie para, entre otras cosas, expresar nuestro desacuerdo con el revisor cuando consideramos que un cambio propuesto por este es, en realidad, cuestión de preferencia. Por supuesto, como con cualquier otro comentario, siempre debemos justificar nuestra oposición, aunque sea recurriendo a nuestra experiencia como hablantes: “We accept this change. However, kindly note that, although both terms are synonyms in this context, our choice sounds more natural in LATAM Spanish”.

En definitiva, hacer uso de estos recursos nos beneficiará, principalmente, a nosotros mismos: si logramos incorporar alguno de ellos a nuestro estilo de escritura, nos va a tomar menos tiempo redactar una buena respuesta, que sea lógica, cordial y, por tanto, persuasiva. De esta forma, nos aseguraremos de hacer todo lo posible por revertir resultados negativos y conservar nuestra buena reputación frente al cliente, nuestra fuente de trabajo.

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