¿Por qué se necesitan tres lingüistas para traducir sus reportes mensuales?

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Cada vez que Claudia recibe un reporte traducido por su agencia, realiza 3 pasos, casi como una rutina.

Primero, lee el documento en la pantalla de su notebook.
Segundo, lo sube al servidor central y lo comparte con su equipo.
Tercero, se lo envía al CEO para que lo revise una última vez.

Lo que ella no sabe (o desconoce parcialmente) es que del otro lado sucede algo similar. Antes de despachar el texto al cliente, el proveedor lingüístico también desempeña una rutina de tres niveles.

– Traducción
– Edición
– Proofreading

Los tres pasos cumplen un objetivo especial y nunca se altera el orden. En conjunto, son garantía de seguridad y calidad. Además, fundamentan la necesidad de contar con tres lingüistas para traducir reportes y otras piezas.

En suma, certifican que el trabajo ha sido tomado con seriedad y que distintos actores han dedicado tiempo y esfuerzo en tareas precisas, para asegurar un resultado óptimo.

¿Qué se ejecuta en cada fase?

 

– Traducción

 

Es quizás la más sencilla de explicar, debido a que se trata de la traducción propiamente dicha.

Lo que no es nada fácil, es el trabajo realizado por el profesional, cuyo desafío es “borrar” el tránsito de un idioma al otro, para que las huellas del traspaso no se noten y el texto final sea un original en sí mismo.

Además de apelar a su conocimiento propio, el traductor utiliza glosarios y guías de cada cliente, que van construyéndose con el tiempo.

Como ya lo hemos explicado aquí, los profesionales también hacen uso de las memorias de traducción (herramientas de asistencia que ayudan a agilizar la tarea), conjuntamente con otros sistemas.

 

– Edición

 

Finalizada la etapa 1, el editor toma la posta. ¿Qué tareas cumple? Realiza una revisión detallada del texto traducido y lo compara con el original, denominado fuente o sin traducir.

Escanea las palabras y expresiones, coteja ambos documentos y busca errores, detalles a mejorar o información que sea preciso agregar, siempre apuntando a la mejor calidad del trabajo.

Esta parte requiere mucho tiempo ya que se opera en dos frentes a la vez, yendo y viniendo de la pieza intervenida a la primaria, enviada por el cliente. Implica un análisis exhaustivo y paciente.

 

– Proofreading

 

En esta etapa, el profesional a cargo se olvida del texto fuente y toma directamente el traducido y ya editado.

Su misión es analizar la coherencia en el idioma de destino (¿se entiende, tiene sentido?), además de chequear la gramática, verificar la ortografía y examinar la puntuación.

Salvo que encuentre un error importante, no presta atención al original y se concentra en el estilo de la pieza que tiene antes sus ojos, es decir, la que se entregará al cliente.

Ahora bien, a veces el nivel de la pieza es demasiado específica o técnica y se requiere una cuarta etapa, un Proofreading extra.

 

– Proofreading 2 (para casos puntuales)

 

Si la terminología utilizada es propia de un rubro particular y el documento será utilizado en (por ejemplo) medicina, ingeniería o registro de patentes, un error en la traducción/edición/proofreading puede desencadenar situaciones de riesgo.

En este caso, un cuarto análisis es realizado por un Subject Matter Expert o experto en una determinada materia, es decir, un profesional especializado en una industria o tema concreto.

Al igual que su antecesor (proofreader 1), no toma en consideración el texto original sin traducir, y se concentra en el resultado del trabajo de sus colegas, o sea, el final.

Observa atentamente cada línea y expresión, y es responsable de asegurar la más alta precisión técnica o científica de las palabras.

 

Paso a paso

 

Cada profesional se circunscribe al área designada. Antes de pasar el trabajo al siguiente en la cadena, realiza un último control a través una lista de verificación.

Las etapas tienen una serie de ítems que deben revisarse con cautela.

Por ejemplo:
– ¿El contenido es fiel al original?
– ¿Está libre de expresiones erróneas?
– ¿La ortografía fue revisada?
– ¿El texto fluye naturalmente?
–  Para casos científicos/técnicos, ¿el vocabulario fue chequeado correctamente?
– ¿No hay ninguna palabra u oración sin traducir?

Existen otros servicios que pueden intervenir. Si se requiere de diseño, el equipo de DTP pondrá manos a la obra

¿El resultado? Una pieza final que puede eludir las barreras idiomáticas.

 

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